Los martes la clase verde a veces hornea.

Un martes, la señorita King dijo que el grupo de William iba a hacer galletas. Había cuatro niños en el grupo además de William. Ellos son Ali, Jess, Karni y Danny.
 
William, Jess y Karni iban a trabajar juntos para hacer galletas con chispas de chocolate.
 
Ali y Danny iban a hacer galletas de jengibre.
 
Cuando la señorita King sacó del horno la bandeja de galletas de Ali y Danny, se veían así:

¿Cuántas galletas hicieron?
 
“¡Compartámoslos!” gritó Danny, “¡Hay muchas galletas! Tendremos muchas cada una, ¿no?”
 
Si los compartieran solo entre Ali y Danny, ¿cuántos obtendrían cada uno?
 
“¿Qué hay de Will, Jess y Karni?” se opuso Ali, “Deberían conseguir algunos también”.
 
En ese momento, la señorita King sacó la otra bandeja de galletas del horno. Se veían así:

¿Cuántas galletas hicieron los tres?
 
“¡Ooh! ¡Huelen bien!” exclamó William.
“¿Podemos comerlos ahora?” preguntó Karni
“Tendremos que cortar algunos de ellos, si vamos a dividirlos entre nosotros de manera justa”, dijo Jess pensativamente.
 
Si los compartieran entre los tres, ¿cuántos obtendrían cada uno?
 
Ali miró las dos bandejas. Contó todas las galletas. ¿Cuántos había en total?
 
Decidieron compartir todas las galletas entre los cinco. ¿Cuántos obtuvieron cada uno?

“¿Qué pasa con la señorita King?” Danny preguntó de repente. “A ella también le pueden gustar algunas galletas”.
¿Pueden compartir todas las galletas por igual entre los cinco niños y la señorita King?
¿Cuántas galletas más podrían hornear para poder compartirlas de manera justa sin cortarlas?